Cuanta veces no hemos pedido tiempo para nosotros ó un pequeño rinconcito en el mundo donde no haya nada, ni nadie, que solo seas tú y el mundo, que nos sirva para dejar el estrés atrás y escapar de la rutina, porque ahora la vida de todos es un vil rutina.
Aveces tenemos la necesidad de buscar un lugar en el que no exista tiempo, ni espacio, sobre todo ahora que la vida es tan ajetreada y que la vivimos a un ritmo muy rápido, entre la escuela y el trabajo, por ello la gente muchas veces no tiene tiempo para ellos y para estar bien con ellos mismos.
Quien no ha querido parar con el ritmo de vida que lleva y tomarse unas vacaciones aunque estas duren tan solo un par de minutos. Debemos tener un pequeño pasatiempo o lugar en el cual podamos pasar una pequeña parte del día donde el único ruido que escuches sea el de tus pensamientos.
Aunque no lo crean si nos detenemos un poco a escuchar lo que nuestra mente y corazón dicen nos libera un poco de la peligrosa enfermedad que es el estrés, esa enfermedad silenciosa que nos va apagando poco a poco, por ello el ir lento aunque sea una vez en la semana te va a recompensar mucho.
El ir en el carro, taxi, autobús o simplemente caminado y observar lo que pasa a nuestro alrededor nos desconecta por un pequeño momento de la realidad. Hace poco mi hermana menor y yo salimos en el auto y casi llegando a mi casa veníamos observado las nubes, (aunque no lo crean) ¿Quién no hizo eso de niño?, el o la que no lo hizo no tuvo infancia y créanme si le encontramos formas a las nubes, eso es algo tan simple pero que hace que le eches vuelo a la imaginación.
No es necesario tomar unas vacaciones a la playa para poder relajarnos, podemos tener esa desconexión momentánea y sentirnos relajados sin salir de casa. Lo que debemos de hacer es apagar el teléfono, (el principal causante de estrés, según mi punto de vista), la computadora y el televisor y sentarnos a escuchar el silencio que hay alrededor.
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